La Cruz de San Damián es un icono de Cristo Glorioso. Este crucifijo se encuentra en la basílica de Santa Clara en la ciudad de Asís, Italia.

San Francisco de Asís, se encontraba rezando en la iglesia delante de esta cruz colgada en la iglesia de San Damián y escuchó un mensaje de Jesús que le decía: "Francisco, ve y repara mi casa que, como ves, está toda en ruinas". Tras este suceso, Francisco siguió las palabras de Jesús y se dedicó a reconstruir la iglesia mientras que dirigía la Primera Orden de San Francisco. Años más tarde, en 1212, Francisco y Clara de Asís, formaron la Orden de las hermanas de Santa Clara, que utilizaron ese templo como convento. Cuando se trasladaron a la basílica de Santa Clara, llevaron consigo la Cruz de Damián.

Oración a la Cruz de San Damián: Sumo y glorioso Dios, ilumina las tinieblas de mi corazón y dame fe recta, esperanza cierta y caridad perfecta, sentido y conocimiento, Señor, para que cumpla tu santo y verdadero mandamiento. Amén.